martes, 15 de diciembre de 2009

CARTA DE NAVIDAD

Ahora que con motivo de las próximas fiestas navideñas comienza la fiebre de los regalos y ante la cual no hay vacuna posible, es justo plantearse algunas preguntas: ¿quién regala a los Reyes Magos? ¿Qué se les puede regalar? Sirvan pues estas líneas para dar una respuesta creíble a las mismas. Casi todo el mundo sabe que hay dos clases de Reyes Magos, los fijos y los eventuales, y sin quitarle méritos ni protagonismo a los segundos, que felizmente aparecen una vez al año por estas fechas, creo que los mejores reyes son los abuelos y abuelas, quienes llevan muchos años de práctica en tal menester haciendo de todo, constantemente y sin que nadie les escriba pidiendo cosas, pues ya las dan adelantándose siempre a los deseos de sus seres queridos. Son como el sastre del Campillo, que ponía la aguja, la tela y el ovillo. En cuanto a los pobres abuelos que no lo puedan hacer en la medida de sus deseos, por circunstancias adversas de cualquier tipo, no es pues debido a la falta de voluntad, sino que por el contrario se quedan con esa frustración, añadiendo un sufrimiento más a los que ya padecen; pero todos ellos, como Reyes Magos que son desde siempre, se merecen sus regalos más que nadie.
Por otra parte, no son regalos materiales lo que necesitan y se conforman con muy poco, que para ellos es mucho: un abrazo, una sonrisa, algún beso, un rato de compañía, escucharles de vez en cuando aunque sea poco; algún detalle de afecto; todo ello constituye el mejor regalo que se les puede hacer. Demostrarles de alguna manera que no están solos ante su soledad, que se sientan útiles, aunque algunos no puedan hacer nada, porque ya lo han hecho todo y han cumplido plenamente con sus deberes. Perdonarles también sus rabietas, sus prejuicios y sus incomodidades. No juzgarles pues por las arrugas de su piel, hacerlo siempre a través del sentimiento de su corazón, pensando que la vida no ha sido fácil con ellos, sino todo lo contrario y que tenerlos todavía es, además de un milagro, el mejor regalo que el Rey Mago Universal puede hacer, mientras se tienen y se cuidan a estos Reyes Magos humanos. Además se trata de regalos de ida y vuelta, pues haciéndolo se da ejemplo en el entorno familiar y ya se sabe que donde se siembra se recoge, con el paso de los años, seguro y abundante.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Propuesta ecológica

En la zona peri-urbana montañosa de Granada, situada entre el barranco de las Cuevas de Reverte y el llamado barranco de la Fuente de la leche, en la margen derecha del río Darro, aparte del conocido cerro de San Miguel, cuya cima está ocupada actualmente por la antena de transmisiones del Ejército, se encuentran media docena de montes olvidados como son el cerro de Reverte, el Manflor, el del Pajarillo, el de los Pinos, el monte Jate y el de la Huelga, fluctuantes todos ellos entre los mil y casi mil cien metros de altitud y con desniveles sobre el casco urbano granadino entre 350 a 400 metros aproximadamente. Dichos lugares son dignos de ser conocidos porque contienen recovecos o rincones escondidos, paraísos de paz y de silencio, así como paisajes prácticamente inéditos a muy poco tiempo del tráfago insoportable de Granada. Tienen también la ventaja añadida de que la mayor parte de su vegetación es autóctona mediterránea, alternando pinos con encinas. Por otra parte, además de los citados barrancos anteriores, tenemos el arroyo del Hornillo y el del Teatino, no faltando tampoco algún manantial que otro para disfrute de quienes conocen su entorno, aparte de pastores o lugareños.
Así como la orografía de enfrente, formada por el Parque de Invierno, el Llano de la Perdiz y el cerro del Sol, es muy conocida y frecuentada, la de esta otra parte es prácticamente desconocida y, por lo tanto, se halla más protegida, teniendo un porcentaje óptimo en cuanto a conservación medioambiental. Dicha zona peri-urbana tan cerca de Granada, con alguno de sus parajes casi vírgenes de visitantes y que es lo único próximo que mantiene todavía el atractivo de la naturaleza del pasado, parece ser que corre grave riesgo, como ya le está sucediendo a la moribunda Vega, cuando se produzca la conexión entre la autovía A-92 y la autovía hacia la costa por medio de una red comunicante, incluyendo algún túnel, previsto hacerla por estos lugares, con la consiguiente proliferación de urbanizaciones venideras y algún que otro incendio, más o menos intencionado, según costumbre. Bendito sea el progreso y la utilidad social siempre y cuando, en la medida de lo posible, se cuide también el derecho a la vida de la naturaleza allí donde se encuentre, sin poner en peligro de extinción rincones tan bellos, además de los citados, como Jesús del Valle, el valle de Belén y el curso alto del río Darro. Por eso se propone a todos aquéllos que quieran comprobar lo existente en la actualidad que lo hagan antes de que desaparezca, ya sea desde el camino que conduce a Jesús del Valle o bien desde el Fargue, que constituye su límite norte. Cuando lo conozcan que lo disfruten y respeten, como se ha hecho hasta ahora.

lunes, 26 de octubre de 2009

No hay mal que por bien no venga. La ermita del Cristo del zapato.

Señor Director de IDEAL.- La ermita del Cristo del zapato sigue destruida desde que hace aproximadamente un par de años un rayo le cayera encima. Actualmente su entorno es desolador, pues a la nefasta obra de la naturaleza hay que añadir la suciedad ambiental compuesta entre otras materias por plásticos, papeles, latas, botellas, etc. Bien es verdad que la mayor parte de esos papeles contienen peticiones y plegarias y se encuentran sujetos con piedras, pero otros están por allí sueltos revoloteando, incrementando con ello la sensación de abandono. No sé el por qué, pero tenía entendido que después del citado incidente atmosférico había sido reconstruida recientemente. Desgraciadamente no es así, por ahora, aunque parece ser que su rehabilitación está en marcha. De momento aquello se asemeja a la consecuencia de un fuerte terremoto.
En cambio, lo que sí se ha reformado es el sendero que conduce hasta la ermita desde Pinos del Valle. Se ha ensanchado con el objetivo de facilitar el transporte de los medios y materiales de reconstrucción, pero, por otro lado, la subida de la anterior vereda era más cómoda y fácil para los caminantes, ya que entre repecho y repecho había zonas llanas en donde se podía recuperar el resuello. De momento, por el contrario, es todo una ascensión continua, con lo que la penitencia de los visitantes será mayor a partir de ahora. Bienvenida sea dicha penitencia si al llegar arriba se viera la ermita bien terminada, como se merece el Cristo del zapato, y con las medidas de seguridad adecuadas para que no le vuelva a suceder lo mismo, pues no se olvide que, como hombre que también es se habrá llevado un buen susto. ¿Por qué no? Por tal motivo quizá, parece como si al paisaje le faltara algo o alguien, mientras no se le reconstruya su casa, que también es la nuestra.
Conviene recordar además, que la anterior ermita se hizo acarreando los materiales a fuerza de mulas o burros y con los precarios medios disponibles en aquel entonces. Esperemos pues que con los modernos medios de ahora la próxima no se demore mucho y que el resultado final sea digno de quien la va a ocupar y de sus numerosos devotos. Es posible también que lo del rayo sucediese para poner a prueba la reacción y la fe de los mismos. Por eso hay que decir una vez más aquello de “nunca hay mal que por bien no venga”. En este caso queda sólo esperar su cumplimiento.

lunes, 5 de octubre de 2009

Adios a la vieja cárcel

Como funcionario de Instituciones Penitenciarias, ya jubilado, y habiendo estado de servicio durante muchos años en el centro penitenciario de Granada, recientemente clausurado, valgan estas líneas como recuerdo y despedida a dicho centro. Dice un refrán aquello de “todo es acostumbrarse, cariño le toma el preso a las rejas de su cárcel” y aunque en este caso escribo como ex – funcionario, no tengo más remedio que admitir que algo de eso hay y algo de eso se contagia. También se dice que del roce nace el cariño y en nombre de tal afecto debo manifestar que no todo fue negativo en la antigua cárcel de Granada. En primer lugar, se trata de un edificio bien construido durante la Segunda República y cumplió como prisión a lo largo de 75 años. Las distintas plantillas que lo fueron atendiendo sucesivamente tienen el mérito de haber ejercido su difícil misión a pesar de algunas carencias existentes en el mismo cuando los viejos tiempos, principalmente en lo que respecta a falta de personal, escasez de medidas de seguridad e incluso deficiencias sanitarias. Lo más positivo es que, sin detrimento del respeto mutuo y la disciplina, internos y funcionarios eran en general como una familia, a veces mal avenida, cuando la época de los motines, pero familia al fin y al cabo. A diferencia de los macro centros penitenciarios de la actualidad en los que no se conocen los compañeros entre sí, ni estando de servicio el mismo día.
Tenía también la gran ventaja de estar en la misma capital, lo cual era beneficioso para aquellos que por cualquier circunstancia tenían algo que ver con el mismo, además de los funcionarios: familiares de internos, abogados, profesionales de la Justicia o Seguridad. Se puede decir que formaba parte del entorno urbano y que era algo nuestro, incluso como si la reinserción social de los allí acogidos estuviera más cerca y más posible. No podía ser de otra manera, eran nuestros vecinos.
Por lo tanto, se insiste en que no todo fue negativo en nuestra vieja cárcel. Lo que sucede es que el morbo de lo malo parece más perdurable, pero afortunadamente hubo más de bueno que de lo otro, hasta el extremo de no dársele importancia a tal asunto, porque era lo rutinario. Era el fruto de una labor silenciosa ejercida por unos y de un comportamiento generalmente normal observado por otros. Lo incidental, por su escasez, era lo anómalo que, salvo alguna situación tristemente luctuosa, siempre se resolvía satisfactoriamente.
Para terminar, resaltar ese detalle del escudo de la República situado en el frontispicio de la puerta principal respetado por unos y por otros a través del tiempo. Es de esperar que dicho escudo se mantenga como símbolo de que la convivencia ideológica es posible dentro y fuera de la cárcel. Sólo hay que tener buena voluntad.
Adiós pues a la vieja cárcel de Granada y que la nueva de Albolote sepa llevar también la pesada carga de la justicia, como la anterior.

viernes, 25 de septiembre de 2009

¿Para cuándo?

Parece ser que cierta representación municipal granadina visitó Burdeos hace tiempo con el objeto de observar su moderno método de transporte público por si el mismo pudiera ser viable en nuestra ciudad. Como consecuencia de aquello, ya que aquí se piensa imitar en parte a la referida Burdeos en cuanto al metro – tranvía del que algún día llegaremos a disfrutar, aunque por ahora su parto nos esté resultando algo doloroso, imitémosla también en lo referente a la exaltación de dicha ciudad francesa con el grandioso monumento dedicado a los girondinos, representantes suyos en Paris durante la Revolución francesa y que fueron traicioneramente asesinados por los jacobinos.
En tal sentido, motivos y personajes en Granada tenemos más que suficientes y más actuales, con la circunstancia añadida de haberle dado alguno de ellos a nuestra capital un renombre mayor del que ya tenía y por lo cual se encuentra en deuda con él, debiendo agradecerle a Federico García Lorca, a quien se refieren estas líneas, el que no sólo sea conocida por la Alhambra sino también por el brillo de su figura universal.
Independientemente de que el resultado de las exhumaciones tuviera el éxito deseable en el lugar en que se encuentran los restos del poeta, junto con los de sus compañeros de martirio, no estaría de más el ir pensando, mientras tanto, en levantar un monumento en Granada para García Lorca y sus compañeros. El tema económico para sufragar el mismo, además de otras posibles ayudas públicas, se solventaría mediante suscripción popular, pues García Lorca se lo merece por parte de sus paisanos, siendo su figura y su obra muy queridas en esta tierra que le vio nacer y morir. Admitida esta cuestión, los lugares en donde se ubicaría tal monumento podrían ser varios, tema en el que el que suscribe no pretende opinar demasiado por no ser erudito en asuntos de arte y urbanismo.
Desde luego, como es lógico, sería en Granada capital, por ejemplo en alguna rotonda o por las proximidades del parque que ostenta su nombre. Es cuestión de estudiar el proyecto. Lo más importante es que tendría que situarse en un sitio fácilmente accesible y frecuentado, aparte de tener unas dimensiones dignas de los méritos de su figura y de las circunstancias de su triste e injusto final. ¿Para cuando pues su monumento? Es decir, el nuestro. El de todos.

Reconocimiento universitario

Ahora que comienza un nuevo curso de la Universidad para mayores, a través del Aula Permanente de Formación Abierta, creo que sería la oportunidad adecuada durante el transcurso del mismo, para organizar por mediación de sus componentes, así como por parte de los socios de Ofecum (Oferta Cultural para Mayores Universitarios) y Aluma (Asociación del Aula de Mayores) ambas instituciones derivadas como consecuencia de la primera, un merecido acto de reconocimiento público hacia su principal creador, Don Miguel Guirao Gea, catedrático de la Facultad de Medicina, y a sus colaboradores inmediatos, quienes hicieron de dicha Facultad un fraternal abrazo para la pléyade de mayores con inquietudes universitarias, creativas o culturales en general, sobre todo hacia aquellos que, por circunstancias adversas de su vida, no tuvieron la oportunidad de poder hacerlo a su debido tiempo.
Dicho abrazo universitario ofrecido generosamente a los mayores se fue contagiando posteriormente a otras Facultades, convirtiéndose en normal una actividad que antes no existía y que empezó siendo algo excepcional. Por eso, como en Granada el principal valedor de tal milagro, así como por su acendrada dedicación para la consolidación del mismo durante muchos años, ha sido y es Don Miguel Guirao, creo que se merece alguna forma de reconocimiento social por parte de sus alumnos y ex alumnos, ellos y ellas, incluidos los llamados por él afectuosamente como “repetidores”.
Se trata de compensarle, aunque sólo sea simbólicamente, por todas las incomodidades y esfuerzos asumidos personalmente como consecuencia de su obra, a través de la cual se ha constituido una gran familia, quien debe demostrar que en cierta medida se encuentra en deuda con él. Agradecimiento que habría que hacer extensivo también a sus colaboradores, como igualmente a las Facultades de este Distrito Universitario que tan incondicionalmente nos prestan sus recintos y sus clases para ejercer nuestra labor, que sin su ayuda sería imposible.
Quiero terminar pidiéndole a Don Miguel que excuse el atrevimiento al pretender por medio de estas líneas, tal proposición. Como persona sencilla que es, espero que la acepte considerándola como un gesto de afecto colectivo, pues seguro será compartido por todas aquéllas personas participantes con anterioridad en dichas asociaciones o pertenecientes actualmente a las mismas y que por consiguiente se sientan beneficiarias por su generoso comportamiento con los mayores universitarios.

F.D.O. Juan Francisco Aceña Caballero
Ex-alumno del Aula Permanente y socio de Aluma

Pequeños detalles

Desde un tiempo a esta parte, a través de la televisión se nos hace por el gobierno una serie de recomendaciones y consejos acerca de variados aspectos. No se puede dudar de su buena voluntad al realizar tales campañas, pero ¿tan torpes somos para decirnos una y otra vez lo que tenemos que hacer? ¿Sirven dichos consejos para algo? Personalmente, como nunca he creído en el amor de ningún gobierno hacia sus ciudadanos, salvo el de Hacienda que nos abraza a todos, pienso que se trata de cuñas publicitarias con el objeto de influir en la vida privada de las personas.
Actualmente algunos de esos mensajes nos animan a consumir porque, al parecer, hay que compensar la crisis económica, aunque sea gastando el dinero que no se tiene y aparentando una felicidad pasajera a base de parches, provocando la euforia momentánea, la evasión ficticia cuando no se tiene confianza en el futuro; algo así como la actitud del avestruz al esconder la cabeza debajo del ala, mientras vienen tiempos mejores.
Nadie nos va a descubrir el Mediterráneo y menos en ciertos temas, aparte de que el “paternalismo” estatal debiera quedarse solamente para determinada clase de regímenes políticos, que gracias a nuestra democracia no es el caso de este país. Mucho más temible que una crisis económica sería siempre una crisis de libertad, y aquí seguiremos siendo libres aunque lleguemos a ser pobres; por lo tanto, nos conviene observar esos pequeños detalles paternalistas porque con la excusa de nuestro bienestar, unas veces por motivos sexuales, otras por el tráfico y otras por cualquier causa que sea, pues todo vale, se nos va interfiriendo en nuestra capacidad de decisión personal y llegará el día en que no nos podamos mover sin nuestro “padre protector”. Al respecto, aunque tenga dudas razonables, que se sepa los ciudadanos no estamos metidos de momento, en ninguna especie de “gran hermano”; aun así y todo, y por si acaso, haciendo uso del derecho que me corresponde como ciudadano libre, nomino a ese posible aspirante a ser “padre” con todos los puntos disponibles, pro tratarnos como a unos inmaduros y por gastar el dinero público en dicho empeño innecesario, porque a pesar de cierta clase de televisión, todavía queda gente normal responsable de sus actos: la mayoría. Y con la mayoría no hay quien pueda.